Paso Real de San Diego, 2 de noviembre de 1960
Sr. Ventura Luis
Amor mío:
Con profundo cariño que saludo en nombre del Señor; es mi oración te sientas bien. Yo bien, gracias a Dios.
Mi amado, fui al correos de Pinar dos veces y no había carta para mí, así es que parece que tu carta se perdió.
Ayer me reí mucho con Pancita en Pinar, pues me contó lo que te había pasado, que el apóstol te dio permiso para hablar conmigo y que ya yo me había ido, y que entonces te mandó hablar por teléfono. Yo me fui muy triste de La Playa aquel día porque no pude hablar contigo, pero si Dios quiere pronto podremos hablar, si vienes a los cultos se espera de La Lisa.
Mi vida, anoche soñé contigo, que tú habías venido a verme y entonces te veía muy serio conmigo y bravo, pero parece que tú lo hacías jugando conmigo. Y después fuiste a la bodega y compraste refrescos, y viniste a tomar conmigo, y después te veía muy contento, sentado cerca de mí. No sé si he soñado esto porque tengo muchos deseos de verte.
Te diré que el nuevo director es muy bueno, y Dios nos está ayudando mucho. Ahora estamos en Paso Real de San Diego.
Anoche soñé con María, que le veía con el uniforme, sentada en una casa de altos. Ora por ella.
En estos días vi en la calle de Pinar a Elena Reyes y a su esposo; yo les hablé porque no los conocí y enseguida él me fue a comprar la revista, pero cuando me di cuenta que eran ellos les dije que no podían comprarla, y ella se fue muy triste.
Me amor, los días pasan rápido y cada día nuestra boda se acerca más, así es que pensemos en esto y nos sentiremos bien.
Saluda a Eleobaldo, a Jorge, Nery, María, Mary y si alguien más está con ustedes.
Contéstame a Quiebra Hacha, lista de correos.
Sin más por esta vez, recibe el cariño ardiente de tu novia que desea estar contigo,
Lucía González de Luis
Notas: Tengo algo que decirte cuando te vea, pero esta vez no hace falta una libretica para anotarlo; me preguntas cuando hablemos. Agustina te saluda. No te escribo más porque son las ocho de la mañana y a las 8:30 tengo que salir, y todavía no me he preparado. Adiós, mi amor.
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